Vivir de sueños... intentar respirar aire que no existe, caminar bajo la luz de un sol que ni tan siquiera amaneció, intentar alcanzar todo aquello que se desvanece en tus manos una vez que lo alcanzas, que lo acaricias... por que los sueños siempre terminan, por que tus ojos siempre despiertan... Dicen que de sueños tambien se vive, pero a veces, por sueños tambien se muere.
Creer, vivir con la ilusión de que quizás algún día esos sueños lleguen a cumplirse, que los podrás vivir, pero aunque exista una minima posibilidad de que eso ocurra a veces la vida se nos acaba antes, marchitandose como una flor en plena primavera de forma inesperada, fugaz... en un instante, en lo que dura un suspiro, sin que los demás lo sepan aunque ocurra ante sus ojos ausentes de tanto soñar.
Y no querer soñar...y no poder vivir, y no saber por donde continuar, y sentirse atrapada en un espiral de dolor eterno y pensar en un fin, y sentir alivio por que el sufrimiento no será eterno, y anehelar una paz inimaginable donde recuperar el aliento, y solo infinito, un infinito bello; y quizás un cielo, un cielo azul donde vuelen golondrinas, donde todo huela a jazmín, donde nada hiere, nada empieza y nada termina, donde no hay lugar para los sueños porque todo ya es perfecto.
Y no importa nada ,por que a veces basta con acariciar tu sueño desde la distancia, aunque sepas que no se cumplirá, aunque no tengas tiempo, aunque sepas que no es para ti, porque al menos en esos instantes en que tu cuerpo frágil y rezagado duerme los has vivido.