oscuridad

Me gustaría poder compartir mi oscuridad, la que se aloja en mi pecho y me aprisiona, la que me traga a veces… la que me hace vivir en otro tiempo en otro lugar…la que me trae aromas olvidados, la que me devuelve tu sabor a mis labios…la brisa del verano.

Me gustaría poder decir tu nombre, verte de nuevo, perderme en la infinidad de tu mirada tenerte  cerca separados únicamente por la distancia de una caricia, que no fueras oscuridad, que fueses real de nuevo…tu perfume en mi ropa.

Me gustaría no sentir el alma rota, recomponerme y no descubrir que estoy incompleta que he ido perdiendo pedacitos de mi, que no tengo arreglo como un pajarito de alas rotas condenado a morir lenta y dolorosamente viendo el cielo azul sin poder volar… porque estoy rota.

Me gustaría ser que dejasen de ser palabras en mi mente y que fuesen palabras en mi boca, pero el silencio al igual que la distancia nos separa.

Cielos grises de tristeza, lluvia incesante de lágrimas, vientos de lamento... y dolor, dolor, dolor... ecos en mi cabeza de quejidos...un corazón que intenta ferbientemente seguir latiendo en mi pecho... y sentir cansancio y no poder más, perderse, dejarse arrastrar y que no te importe.
Caminar entre las personas grises, desconocidas, ausentes; la humanidad se ha perdido en algun punto de la historia pienso a menudo, no ven, apenas sienten, pero no consuela... y ceñirte a una rutina como todos, por que en el fondo es lo que esperan, y sonrisas falsas, y fingir estar bien, y encontrarse sola siempre cuando necesitas a alguien... y perderse aun más, perderse, perderse...
Sentir que no eres nadie, que no eres nada, y que deje de importar, rendirse...someterse a la voluntad del destino, no luchar contra el dolor, el sufrimiento, simplemente aceptarlo, doblegarte, dejar que te haga suya, amarlo... morir pese a que sigues respirando.
Cuerpo de fantasma y sombra de tormentos, alma que se deshoja adelantandose al invierno, muerte que lentamente me va comiendo terreno...vacio, vacio, vacio...
Oscuridad que delata que ya no soy nadie, no soy nada.

Vivir de sueños... intentar respirar aire que no existe, caminar bajo la luz de un sol que ni tan siquiera amaneció, intentar alcanzar todo aquello que se desvanece en tus manos una vez que lo alcanzas, que lo acaricias... por que los sueños siempre terminan, por que tus ojos siempre despiertan... Dicen que de sueños tambien se vive, pero a veces, por sueños tambien se muere.
Creer, vivir con la ilusión de que quizás algún día esos sueños lleguen a cumplirse, que los podrás vivir, pero aunque exista una minima posibilidad de que eso ocurra a veces la vida se nos acaba antes, marchitandose como una flor en plena primavera de forma inesperada, fugaz... en un instante, en lo que dura un suspiro, sin que los demás lo sepan aunque ocurra ante sus ojos ausentes de tanto soñar.
Y no querer soñar...y no poder vivir, y no saber por donde continuar, y sentirse atrapada en un espiral de dolor eterno y pensar en un fin, y sentir alivio por que el sufrimiento no será eterno, y anehelar una paz inimaginable donde recuperar el aliento, y solo infinito, un infinito bello; y quizás un cielo, un cielo azul donde vuelen golondrinas, donde todo huela a jazmín, donde nada hiere, nada empieza y nada termina, donde no hay lugar para los sueños porque todo ya es perfecto.
Y no importa nada ,por que a veces basta con acariciar tu sueño desde la distancia, aunque sepas que no se cumplirá, aunque no tengas tiempo, aunque sepas que no es para ti, porque al menos en esos instantes en que tu cuerpo frágil y rezagado duerme los has vivido.

Un sin fin de palabras que apabullan mi cabeza, todas a una misma vez, todas aturdiendome a un mismo tiempo, y que difícil decidir por donde empezar... cuando nada es bonito, cuando nada de lo que necesitas escribir te va a hacer feliz...
Despertar y sentirte anclada y sola en mitad de la nada, sabiendo que aun que quieras gritar nadie te va a escuchar, sabiendo que con cada lagrima que derramas solo se suma una gota más al inmenso mar que me rodea y que terminará por ahogarme sin que nadie me venga a rescatar... No poder detenerse a respirar, por miedo a no poder continuar después, por temor a que el miedo esta vez pueda más que yo...
Estoy cansada de no soñar, de no poder dormir por que hasta en mis sueños me abandonas, por que es demasiado grande el vacío que me ha dejado tu ausencia, demasiado pesado el dolor de no entender aún el por que, por que lo malo siempre gana a lo bueno, por que no si eramos felices... por que no si sigues siendo tú quien apacigua mi alma inquieta y dolida...
Estoy cansada de vivir en sueños, por que el ser humano no es lo suficientemente valiente para afrontar y arriesgar, por que después de darlo todo, por que despues de perdonar todo, en el punto clave me descubro siempre sola y desprotegida, y añoro tu mano junto a la mia y te guardo un hueco a mi lado aunque tu ya te has ido y ni tan siquiera sabes si quieres regresar a ocuparlo...
Me gustaría hacerte despertar, que mis palabras te alcanzaran para acariciarte una vez más, pero siempre me tengo que callar, siempre tengo que sonreir, siempre tengo permanecer en pie, y aquí sigo inquebrantable soportando el mareaje de dolor que me azota cada vez con más fuerza, en pie y siempre dispuesta para ti, siempre con mi mano tendida para coger la tuya y ayudarte a levantar para después verte marchar una vez más...
Me pregunto si podrás ver todo el dolor que se esconde dentro de mi asomar en mis ojos, me pregunto si realmente sabrás lo asustada que me siento, si quizás puedes sentir tu tambien dolor; pero tu corazón nunca se abre y mis palabras se quedan en mis labios, y te pregunto todo en silencio y no espero ni respuesta...y aun así me pregunto si podré hacer algo más.
Y mi alma empieza a rendirse, y por primera vez empieza a desbordarse todo lo que había guardado dentro de mi, mi cuerpo empieza a decir basta, mi cabeza empieza a estar demasiado aturdida, y quiero escapar, y no encuentro salida y todo empieza a quedarme grande, y todo se vuelve demasiado oscuro; yo no quiero caminar a tientas, y me asusta pensar que bello sería no tener que despertar, no tener que respirar, ni que este corazón tenga que dar ni un solo latido más...
Y durante cuanto tiempo más voy a tener que morir para que quizás lo entiendas, y cuanto más voy a tener que sufrir para que me veas, cuanto más he de desaparecer, cuantas veces más he de dejarme vencer, como de lejos he de irme para que me extrañes lo suficiente como para pedirme que regrese...

Un murmullo de aire en mitad de la noche me habla de ti, de tu ausencia... una tempestad de angustia, de rencores, de dolor incontrolable que desata al animal que llevo dentro se levanta como una nube negra sobre mi cabeza, y todo me sobrepasa, y siento que la vida se escapa entre los dedos, que todo se convierte en demasiado pesado, que todo pierde su sentido... y grito, y lloro hasta desgarrarme el alma y todo sigue aqui, dentro, muy dentro, devorandome como un cáncer desde lo más profundo de mis entrañas... y caigo de nuevo en el espiral de autodestrucción.
Y me dejo arrastrás entre tanto aturdimiento, me mecen las olas mas crudas de este oceano negro de dolor, y cuanto más intento encontrarte, cuanto más intento buscarle un sentido a tanto dolor más me ahogo, y cuanto más intento alcanzarte, cuando intento nadar con más fuerza más te alejas, y me rindo, y me hundo entre las aguas frías de mi corazón de muerte y castigos...y mi cuerpo rendido se va perdiendo en la oscuridad al mismo paso que me pierdo a mi misma... pero el malestar persiste y me sigue devorando cada vez con más fuerza y no hay nada que me de el aire que necesito.
Y me busco, y el desespero de no encontrarme me gana otra batalla, y cada vez más débil y asustada me invade el pánico, y cada vez más me posee la rabia y el descontrol, y quiero olvidar dejar de sufrir este tormento que me asedia que me roba la vida, las esperanzas, y no importa cuanto me esfuerce, no importa cuanto haya dado hasta quedarme sin nada, no importa si eres buena o mala persona...todo es tormento y sufrimiento al final del día...
E intente levantarme y no pude, intenté vencer esta vez agarrando la hoja fría del miedo y el pánico, dejé que se deslizara suave por mi piel estremeciéndome con su afilado filo sobre mi piel desnuda...y su escozor me lamió el cuerpo como un amante caprichoso, lagrimás rojas caían de mis heridas abiertas, y escribí sobre mi piel el dolor que siento con vehemencia, como una loca que no encuentra salida... y me senté a esperar que el dolor de mi alma pasara antes de que se cerrarán las heridas, pero ya estan casi cicatrizadas mis heridas y mi alma sigue sangrando...

Llega la primavera, los pájaros revolotean y cantan anunciando su llegada... y yo me cierro, mis petalos se van recogiendo uno a uno, atrapandome, encerrandome, protegiendome... que me cubra un manto de afiladas espinas, que nadie pueda acercarse a mi alma, quiero ser inalcanzable... Deseo que mis ojos sean tan frios, tan llenos de muerte que congele aquellos que quieran mirarme, quiero que el vacio que hay en mi interior asuste a aquellos que intenten alcanzarme, que les duela mi piel bajo sus caricias... quiero desvanecerme en el aire, que se me acabe la vida, ser nada para que nadie pueda verme... quiero amar tan solo a mi soledad, que ese sea el único amor que pueda sentir mi corazón maltrecho.

Tengo una espina clavada en el alma, un dolor perpetuo que siempre me acompaña. Tengo una sombra creada a partir de un manto de lágrimas amargas.
Tengo un vacio negro en el pecho donde no hay ni principio ni fin. Tengo ojos sin vida, boca sin palabras. Tengo pasos cansados y un cuerpo flagelado.
Tengo un agel de la guarda con las alas rotas, tengo una suerte que nunca me alcanza, una vida demasiado larga y un sufrimiento que no termina.