miércoles, 18 de noviembre de 2009

Vuelvo a despertarme sobresaltada en mitad de la noche envuelta en sudor frío y lágrimas tibias, sintiendo el punzante dolor en mi pecho a causa del palpitar agitado de mi corazón, y aun con el sabor tu nombre en mis labios mis ojos te buscan en la penumbra de mi habitación aunque esté ya despierta y sepa que no voy a encontrarte.
Llevas robándome el sueño largos años de mi vida, despertándome agitada noche tras noche en sollozos mientras pronuncio tu nombre, buscándote incansable aunque sepa que me es imposible alcanzarte, y aun así, y a pesar de todo, te quiero, te anhelo y te necesito todavía como el primer día, y es por eso que lucho contra el desvelo por reencontrarme contigo en un sueño o una pesadilla.
Pero casi siempre a buscarme el sueño no viene, como si el manto negro de la muerte quisiera quitarme lo poco que tuyo me queda, tu bonito y a la vez triste recuerdo que se esconde en mi cabeza, como si el dolor perpetuo de tu ausencia no fuese ya suficiente castigo.
Siento mi cuerpo cansado, frágil, exhausto…me he acostumbrado ya a mis ojeras, a las semanas sembradas de pesadillas, a los días en los que siento que mi cuerpo va a romperse con la facilidad de un cristal resquebrajado…y no importa, porque siento que ha merecido la pena.

martes, 10 de noviembre de 2009

Ya se puede oler el invierno en el frío aire que todo baña, la noche llega ahora antes a mi encuentro, es otro año que pasa entre los mismos suspiros y las mismas lágrimas, otro año que no he encontrado las fuerzas para llevarte flores, y es que no quiero tenerte tan cerca sin poder llegar a tocarte o verte, y es que tu no eres esa imagen que mira indiferente desde tu lápida.
Tengo el alma triste y cansada, y aunque es extraño, es en las noches cuando estoy sola, cuando el silencio lo invade todo, cuando más a gusto me siento. Me he acostumbrado a contar estrellas mientras intento adivinar cual será la tuya, la que más brille, la más alta, sin duda alguna la más hermosa…a veces siento que es lo único real en mi vida, ese momento en el que te busco aun sabiendo que no voy a encontrarte, en el que aunque sea duro respiro hondo y me siento feliz por que me has regalado lo más hermoso de este mundo, que es ser afortunada por haber conocido lo que es querer de verdad a alguien, tan de verdad que aun a pesar de tantos años de tu ausencia sigues estando en mi corazón, tu recuerdo aun me desvela, y tu nombre me emociona…quizá yo también debería estar contigo pienso a menudo, y sonrió amargamente por que se como te enfadaría escuchar eso…
Y sigo sin darme por vencida, viendo pasar el tiempo, viviendo inviernos que nunca has visto y sumando años que tu te has perdido… he conocido a otros, con mas o menos suerte, y aunque haya vuelto a querer siento que no es comparable a lo que viví contigo, como si no pudiese querer con todo mi corazón, aunque quizás eso sea por que te has llevado parte de él para siempre o quizá por que aun no ha llegado el momento, o simplemente que me aterre demasiado poder sentir de nuevo este dolor profundo que me ahoga y me oprime el pecho, esta tristeza que moja mis ojos cada noche en soledad mientras observo mi cama vacía con la certeza de que nunca estarás en ella…
Y aunque ya no soy esa niña perdida y enfadada con el mundo, no puedo olvidar ciertas cosas y ya no cuento contigo para hacerte mi confidente, ya no esta tu mano para coger la mía y ayudarme a levantarme después de cada tropiezo, ya no esta tu voz para calmarme el llanto, ni el calor de tu cuerpo para hacer más cálidas las noches de invierno…
Ojalá alguien al mirarme pudiese ver lo que tu veías en mi, ojalá alguien pudiese quererme la mitad de lo que me quisiste, ojalá pueda querer yo como quise un día.

martes, 3 de noviembre de 2009

Tumbada en la oscuridad de la misma habitación solo alcanzó a ver la luz de la Luna que tímidamente se cuela por mi ventana para recordarme de nuevo que estoy en otra larga noche sin ti… el mismo insomnio que me persigue desde que te fuiste me sigue acompañando mientras dedico mis noches a pensarte y a extrañarte, como desde hace ya tantos años; creo que me he hecho mujer en el luto de tu ausencia, creo que he crecido llorándote y que mi anhelo por ti ha crecido cada una de las veces que me han partido el corazón y con cada una de las heridas que me han hecho. Cuando estábamos juntos no existía ni este miedo ni tanto dolor dentro mí, tu siempre me protegiste de todo, incluso de mi misma.
Tu ausencia me ha entristecido aun más durante este último año, tu vacío me ha herido más que nunca pues siempre tenías respuestas para todo y soluciones para cada uno de mis problemas…pero he tenido que enfrentarme sola de nuevo a lo malo; y sin ti es realmente difícil saber que es lo correcto; incluso a veces al mirarme a un espejo me cuesta reconocerme a mi misma, en ocasiones ya ni se quien soy.
A veces pienso que eres, fuiste, una de esas cosas maravillosas que uno solo se encuentra una vez en la vida, pero de la mía te fuiste demasiado pronto y ahora siento que busco un imposible, que jamás volveré a sentir nada igual y no habrá nadie que consiga volver a sacar todas las cosas buenas que hay en mi, y es que he empezado a pensar que quizás tú eras lo único bueno que había en mi.
Y ahora no se que será de mi, no se hacía donde tengo que caminar, y es que parece que al final se me han roto las alas de tanto intentar volar sin saber, te marchaste demasiado pronto como para poderme enseñar… parece que ya no volverán nunca más las golondrinas…
Sigo preguntándome si alguna vez llegarás a escucharme, si será cierto que después de la muerte hay algo más o si podrás verme donde quiera que estés ahora, que será lo que sientes cuando rompo a llorar, cuando pienso que no podré soportar ni un día más, cuando siento tanto dolor que me supera. ¿Que sentirás cuando ves todo lo que he tenido que pasar?
Pero las respuestas a mis preguntas seguirá siendo el frío silencio de mis noches sin ti…