miércoles, 1 de julio de 2009

Te esperaré por siempre.

Fuiste el sol que despuntó una mañana en mi cielo, fuiste aquel que en vez de regalarme rosas me quitó sus espinas; pero un mal día tu luz se apagó... la oscuridad lo envolvió todo, me quede ciega y me sentí demasiado sola, demasiado perdida.

Una fortaleza de mármol sobre un vestido de pino se convirtió en tu escudo, nuestra frontera. Tú ausencia lo pintó todo de luto, demasiado grande se volvió el mundo. Demasiado dolorosa tú ausencia, demasiada distancia la que nos separó, demasiada tristeza y soledad llenando mi alma con cada latido de mi corazón, demasiadas palabras perdidas entre las paredes de mi habitación, demasiado tiempo añorando tus caricias, demasiads flores marchitas, demasiadas lagrimas vertidas... siempre tu silla vacía y mi mirada perdida....

Ángel del alma mía, eres esa espina clavada en lo más profundo de mi corazón.

Y yo ya no se quien soy; por alcanzarte he llorado sangre de mil infartos, todo es intenso, intimo y profundo, y no hay nada que duela más que buscarte cada noche en mis sueños y no poder encontrarte en mi lecho al despertar.

Escucha a mi corazón romperse, no me dejes, no más noches teñidas de soledad; llevame contigo, quiero ir al cielo si tú estas en el y asi volar entre tus manos. Se secarán mis lágrimas, se fundirán al fin nuestras miradas y será como si jamás te hubieses ido.

Ángel mio... ¿Que no habría hecho yo por estar contigo?

Descansar juntos toda la eternidad. Tristeza, melancolía, soledad, encadenada a tú ausencia eterna...al vacio en mi pecho. Esperandote...anehelandote en la inmensidad de cada noche. Buscandote en cada caricia...deseandote en cada beso, asomandome al vacio que quedó dede que no estas.

Vivo esperando a que tambien llegue mi final, con tu recuerdo tatuado en mi piel, por siempre te esperaré.