lunes, 18 de agosto de 2008

Donde estarás

Donde estarás...mientras yo pienso en ti y tú sigues sin regresar... donde estarás que no te dejan regrasar... no puedo controlar la tristeza que me invade, nada ha cambiado, pasan los años y yo sigo pensando que tú volveras, que cruzarás la puerta del umbral que no habrá cambiando nada, que me abrazaras que ya nada irá mal que el sol amanacera despues de esta noche y ya no tendré que mirar hacia atrás nunca más. Pero el tiempo sigue pasando...Donde estarás... paso horas hablandote y tu palabras nunca llegan a mi, nunca encuentro en mis sueños tu contestación, quería seguir siendo tu princesa sin la necesidad de verte al mirar atras, ahora giro el rostro y tú eres una ausencia constante, una sombra que me envuelve en la soledad de una habitación, una foto sin fondo, un corazón que desapareció...Tú creías que una persona puede cambiar el mundo y las cosas, pero el tiempo pasó, no pude reternete la vida decidió... donde estarás... tu cuerpo rigido invade mi pecho y algo olvida latir en él, prefiero pensar que duermes sobre una nube bajo el sol y que todo está bien.Intento cambiar, ¿puedes verme?, no quiero llorar por no parecer débil, pero en mi corazón el dolor sigue ardiendo me deborá cada vez que se me escapa la mente hasta ti... donde estarás..Yo se que eras único y siempre lo serás aunque no vuelvas jamás...yo seguiré pensando en ti y en todo lo que me enseñaste, lo que llegasté amar y eso nadie lo podrá borrar por mucho que pase el tiempo, ya puede cambiar el mundo...yo me seguire preguntando en el tiempo...donde estás...

En mis sueños

En mis sueños hace años que me acosas hasta el desaliento, que me persigues como lobo hambriento clavandome tus dientes, hundiendolos en mi piel como mantequilla que se derrite bajo el sol, me persigues a la espera de ver como mi cuerpo se tuerce de dolor en la cama dando vueltas, ahogandome en mi sudor, en mi miedo. En mis sueños te apareces tras una eternidad de fría ausencia, de endebles recuerdos, de lagrimas que rompieron mi pecho despierta y que acabaron de pisoteralo en sueños. Te retengo pese al dolor y pavor de tu cuerpo carcomido por los años de muerte lejana que te asedian, me abrazo a tu cuerpo tras mi caceria con la esperanza que la muerte me contagie y segue mi vida sin sentido, de que me arrastre asta tu mundo para volver a compartir el aire con tu aliento. En mis sueños a veces no acuedes a mi voz, no la sigues, no vuelves para acompañarme en la tristeza de mis días, otras te acercas tanto a mi alma que mi corazón abandona su latido asustado. Noto tus manos, las reconozco y mi cama se hunde bajo tu peso y cuando voy a abrazarte despierto y te evaporas delante de mis ojos rezagados. Y todo se repite en mis sueños.

eres nimfula

“¡Eres Nimfula! Criatura poseedora de la belleza de un ángel caído, melancólica como la negra noche y cálida como la arena de playa durante el cenit del día, eres contradictoria, opuesta contigo misma, eres niña, seductora, la atractiva mujer dormida que reposa en tus labios encendidos me dice en suspiros extraviados: “¡Tómame, tómame soy tuya!”¡Eres mi Nimfula! Pequeña esclava mía, te torno en mis manos, te dibujo en mis sueños y te tomo en mi vida, lloras en mis brazos, gritas tras mi paso y olvidas lo que un día fue tu vida, lo que un día significo ser pura, ser niña.”¿Y la niña? ¿Dónde quedó mi alma, mi alegría? Ahora solo hojeo sueños rotos, y me hago fuerte en mi melancolía, sigo una rutina, no elijo, no siento, me dejo arrastrar por lo que algunos pronuncian y escriben vida. Escribo a cada instante, si no es en hojas es en mi propia memoria, observo al mundo en silencio, en un tercer plano casi espectral, quizá esperando a que un rayo de luz me guíe o salga una voz de dentro que grite: “¡Corre, corre ya eres libre!”Sueño cada noche que la penitencia acaba, que mi alma se libera, que vuelvo a ser pura... pero el sueño siempre acaba, y en mi despertar las heridas de mi cuerpo hablan por si solas, solo sueños, solo instantes de una eternidad que en su letargo me martiriza, me daña y me mata, pero nunca lo suficiente como para no seguir aquí, escribiendo.Y así sigue el mundo en su quietud habitual, tan largo para los que desesperan y tan corto para los que esperan, todo es una contradicción y no solo yo, quizá ahora ya no me sienta tan sola.